La gracia
de lo efímero de las circunstancias es que pueden proveer de tanta inspiración,
porque por efímero puede ser fugaz, y a veces lo eventual puede tener tintes
especiales, sin embargo, es evidente que la vida diaria es más importante, y
por ello hay que llenarlas de este tipo de fatuas circunstancias, que nos hacen
reír extrañamente.
“La vida no se me ha hecho tan sencilla desde hace poco, la realidad en golpe de un adiós me ha caído en los dedos y en la espalda. Caminaba hacia los baños como una magdalena, en todo el esplendor de un drama, llorando mientras varias personas me observaban quizá asustados o de forma burlona. La vida da vueltas y así pasó con ella, en un momento con un no te quiero arranco lo poco de esperanza que quedaba en mí, y así pasó, así me golpeo la realidad” Recuerdo como la besaba en las mañanas, como la observaba cuando yo me despertaba primero, era un momento único: su rostro con la mueca más real de sueño profundo, con los pechos descubiertos, abrazándome o tomando alguna posición extraña a un lado de la cama. No sé cómo cambio de eso a esto, en un abrir y cerrar de ojos pase de ser un novio a escribir sus recuerdos como para intentar no perderla completamente. Sigo asistiendo a terapia y mi terapista no puede esconder su voluntad por hacerme ver, creer o convencer de que “cosas...
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