La
revolución industrial y las máquinas trajeron consigo varios efectos relevantes
en la historia de la humanidad. A inicios del siglo XIX los Principios de la Organización
Científica del Trabajo, infundaron la producción en cadena. Progresivamente las
industrias vieron el beneficio económico de la producción en masa y la
obsolescencia de sus productos, de esta manera las consecuencias colaterales se
empezaron a notar en diferentes aspectos: de crecimiento económico privado, de
desarrollo tecnológico, de daños ambientales gigantescos y, por último, con
efectos en la mente colectiva de la humanidad. Abarcando varios aspectos
fundamentales que muestran un punto crítico en la evolución y contra evolución
de la especie.
Los
primeros efectos de la producción en cadena se pueden observar de varias
perspectivas, sin embargo, la más destacada es: El beneficio económico por parte de las industrias. El beneficio
económico es claramente visto como el resultado de un mercado abastecido con
miles de productos hechos en su mayoría por maquinas, que a su vez traen altas
ganancias. De donde por conveniencia, las industrias prefieren tener un
producto que dure menos para poder continuar con la producción en masa cada
cierto tiempo, mostrando una función exponencial en crecimiento; de otra forma
las industrias al crear un gran número de productos sin obsolescencia, la
demanda de los usuarios o consumidores se vería satisfecha por todo el tiempo
que dure el producto, sin tener la misma cantidad de ganancias exorbitantes.
Un
beneficio y aparentemente el único positivo, en perspectiva científica, es que
la obsolescencia en cadena permite a las
industrias sacar nuevos productos y
mejorarlos en el mejor de los casos. La tendencia a tener una tecnología de
punta se ve enmarcado por utilizar las
mejores herramientas, que, a la final de cuentas es una ventaja para el
usuario, también incentiva a las industrias para innovar en el campo de las ciencias
y sus tecnologías de manera radical e incremental [1], dando un punto a favor
para la evolución de la especie. Un ejemplo de este tipo de avances se puede
dar en las telefonías celulares, que como tope máximo de un año sus celulares
se ven renovados con nuevas aplicaciones y recursos, dándoles también, a sus
componentes cierto grado de obsolescencia para que el usuario necesite
cambiarlo cada cierto tiempo.
Los efectos físicos son devastadores,
es evidente mirar la función exponencial creciente de la contaminación
ambiental, los tipos de contaminación son gigantescos, y existen muchos tipos
de ellos. Las industrias más contaminantes son las industrias petroleras,
encargadas de producir hidrocarburos, y derivados del mismo; las industrias
mineras, las industrias de tecnología, las industrias madereras, las industrias
energéticas, y también las zonas urbanas
en sí[2]. Toda acción humana trae
consigo consecuencias directas de contaminación. El modo de producción de las
industrias ha logrado que los desechos también incrementen de forma
exponencial, siendo un punto de contra evolución humana, ya que atenta
directamente con la vida de nuestra especie y de las demás especies. A través de los años, los medios y el entorno
humano condicionan las acciones, el comportamiento y la psique de los humanos.
Es fácil comprobar la opinión de los consumidores de hace algunas décadas, y
los consumidores de estas nuevas generaciones, la opinión común es que, antes las cosas duraban más tiempo, eran
para siempre. Los generadores, los carros y las cosas hechas para los
hogares venían con garantías mínimas de cinco años. Por lo que, las industrias
y los mercados han condicionado la psique humana para tener una tendencia al
consumismo extremo, aún, por en sima de la producción[3], el humano promedio ha dejado
de tener su propio tiempo para tener más cosas, reduciendo su vida a un estilo
sumamente acelerado.
Conclusión:
La
evolución es un hecho y el humano se ha visto tomando diferentes direcciones a
lo largo del tiempo, y es así, que, en un punto del tiempo, los Homo
neanderthalensis se diferenciaron de los Homo Sapiens[4], por sus costumbres,
comunicación, alimentación y herramientas. Es bueno reconocer que una
característica importante para el desarrollo, es el avance de la ciencia y la
tecnología, pero, antes de ello es mucho más importante cuidar el planeta que
es el hábitat en donde se desarrollan las especies, la reciprocidad y la
simbiosis son leyes fundamentales para la supervivencia de varios organismos, y
la caducidad programada es una política de los mercados antinatural, además de
ser sumamente criminal en diferentes aspectos. La reparación, el ahorro y el
cuidado, son conceptos un tanto retrógrados para las actuales generaciones, y
es imprescindible para una real trascendencia de la especie humana, volver al
sistema de producción de bienes a largo plazo con variaciones implementadas
como la huella de carbono, concientización familiar, escolar, universitaria,
laboral y con acciones bio remediación. Después de mucho tiempo, se estudiará
en la evolución el homo sapiens sapiens, y se determinará qué tipo de humano
sobrevivió, y es más que claro que un factor muy relevante para responder a esa
pregunta será la decisión que tomen los poderes industriales, económicos y
políticos sobre la implantación de buena conciencia a través de las ciencias,
la cultura del cuidado ambiental, y el arte.
Referencias
A, E. (2009). La
segunda revolución industrial. Buenos Aires: AR: La Bisagra. Obtenido de
www. ebrary.com
Alonso, L. E. (2009). La era del consumo. Madrid:
ES: Siglo XXI de España Editores S.A. Obtenido de www.ebrary.com
Asimov, I. (1989). Frontiers: new discoveries about man
and his planet, outer space, and the universe. California: Universidad de California - Dutton.
Nemerow, N. L., & Avijit, D. (1998). Tratamiento de
vertidos industriales y peligrosos. Madrid: ES: Ediciones Diaz de Santos.
Obtenido de www.ebrary.com
[1] Equipo académico. La segunda
revolución industrial. Buenos Aires, AR: La Bisagra, 2009. ProQuest
ebrary. Web. 26 October 2016. Pag. 2
[2] Nemerow,
Nelson Leonard, and Dasgupta, Avijit. Tratamiento
de vertidos industriales y peligrosos. Madrid, ES: Ediciones Díaz de Santos,
1998. ProQuest ebrary. Web. 26 October 2016.Pag.209
[3] Alonso, Luis Enrique. La era del
consumo. Madrid, ES: Siglo XXI de España Editores, S.A., 2009. ProQuest
ebrary. Web. 26 October 2016.Pag. 321
[4] Asimov,
Isaac. Frontiers: new discoveries
about man and his planet, outer space, and the univer. Trad:Josep Ferrer
I Aleu, 1989. Epublibre
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