Los
periódicos, los libros, las opiniones en redes sociales, los programas de
televisión, las películas, los correos electrónicos, los mensajes en los
teléfonos inteligentes, las fotos, los videos, las conversaciones con la gente,
los rumores, las historias, los cuentos, los chismes y todo tipo de información
que ingrese a la mente del hombre tiene una fuente.
La información receptada no
es precisamente confiable, ni completamente equivocada. Uno de los grandes
fenómenos del último siglo, es la avasallante cantidad de información
bombardeada a las mentes de la población mundial. En concreto se sabe que la
mimética es una característica relevante en la función del desarrollo social,
que evidentemente tiene varias direcciones, entre ellas: la retro evolución, la
confusión y la evolución. Cabe preguntar, ¿Es de fuente confiable lo que se
aprende?
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