Aprendí a concebir al mundo de
diferentes formas. Puedo ver al universo como si todo fuese matemáticas, puedo
percibir al mundo como si todo fuese música, puedo comprender al cosmos como si
todo fuese física, sin embargo, quiero aprender más de él, y la ciencia con el arte
son tan bastos que me harían falta eones, humildad y acabar con los prejuicios
para poder racionalizarlos, y de ésta forma aprendí amar al mundo como si todo
fuese arte.
“La vida no se me ha hecho tan sencilla desde hace poco, la realidad en golpe de un adiós me ha caído en los dedos y en la espalda. Caminaba hacia los baños como una magdalena, en todo el esplendor de un drama, llorando mientras varias personas me observaban quizá asustados o de forma burlona. La vida da vueltas y así pasó con ella, en un momento con un no te quiero arranco lo poco de esperanza que quedaba en mí, y así pasó, así me golpeo la realidad” Recuerdo como la besaba en las mañanas, como la observaba cuando yo me despertaba primero, era un momento único: su rostro con la mueca más real de sueño profundo, con los pechos descubiertos, abrazándome o tomando alguna posición extraña a un lado de la cama. No sé cómo cambio de eso a esto, en un abrir y cerrar de ojos pase de ser un novio a escribir sus recuerdos como para intentar no perderla completamente. Sigo asistiendo a terapia y mi terapista no puede esconder su voluntad por hacerme ver, creer o convencer de que “cosas...
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